Pedro Mazzaroni, Noah Sanchez
La Oscuridad del Resplandor
La novela “Las Chicas de
Alambre” desarrolla en sus páginas una temática muy polémica. Se cubre el
ámbito del detrás de escena en el mundo del modelaje. Donde los profesionales están
bajo constante exigencia para mantener sus físicos esculpidos y resaltar sus
facciones para así vender los productos. Lo que trata de desenmarañar la
historia es la oscura realidad de muchos de estos modelos que en la búsqueda de
la perfección terminan hondando en aguas turbias y peligrosas. ¿Es necesario
llegar a tales extremos? Nuestra lógica nos hace refutarlo inequívocamente, creemos
que no se debe anteponer nada a la salud de un profesional, sea de la moda o de
cualquier rubro.
En primera instancia, nos
parece absurda la temprana edad en la que los modelos son incitados a empezar y
terminar sus carreras. En la década más plena de su juventud se ven obligados a
trabajar y a pasar de sesión en sesión para satisfacer a los clientes. Debemos
tener muy presente que a la edad de 12-13 años, los jóvenes ya comienzan a ser
contratados (sin contar los años previos de entrenamiento en academias). Ese
factor puede provocar grandes dificultades en su vida posterior a la carrera,
ya que al retirarse luego de escasos años de trabajo, estos ahora adultos deben
volver a reinsertarse en el mundo laboral, si es que su éxito no les permite
vivir el resto de su vida; y los recursos que tienen para hacerlo en tal caso
son limitados. Al iniciar sus carreras antes de la adolescencia, los modelos
tienen múltiples obstáculos para completar su formación educativa.
Debido a esto, los modelos
se vuelven objetivos de abuso, ya que a su corta vida, si no cuentan con un
tutor presente, pueden dejarse influenciar fácilmente. Debido a la
vulnerabilidad que genera la ignorancia, muchas veces este tipo de profesión transforma
a la prostitución y las drogas como materia de contacto frecuente. Hay gran
variedad de artículos de la BBC, el servicio público de radio, televisión e
internet de Reino Unido, donde modelos denuncian haber sufrido de acoso por
parte de hombres adultos y atestiguan haber recibido innumerables ofrecimientos
de droga.
Otro peligro al que se ven
expuestos los miembros de esta profesión son los trastornos alimenticios. La
baja autoestima debido al estrés y la presión, es uno de los puntos más duros
en la vida de los modelos, especialmente femeninos, que al no poder alcanzar
una imagen de sí mismos que los satisfaga a ellos y al público, recurren las
pastillas o caen en la anorexia.
Si bien hoy en día el mundo,
aparentemente, ha tomado conciencia de esta oleada de denuncias en la época de
los 90’, nunca sabremos la verdad sobre la actualidad. Este otro lado del telón
del espectáculo, es el segundo negocio que manejan las productoras y los
mánagers, que se aprovechan de la pasión de estos profesionales prematuros que
sueñan en llegar a lo más alto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario